4 nov 2008

LIBER TAMAYO: POETA DEL EXILIO Y DEL AMOR ERÓTICO



Columna por
José Martínez Fernández


Cuando joven su pasión fue la política. No por nada su padre era un diputado. A causa de ello vivió el exilio. Hoy, en Chile, su entrega vital es a la poesía, principalmente a la de carácter erótico.


Liber Tamayo es un poeta que vivió el exilio y, antes de él, la afectividad de sus grandes amigos del que fuera el sólido y controvertido Partido Socialista de los años setenta. Entre esos amigos estaba Augusto Olivares Becerra, director de Televisión Nacional y redactor de Punto Final, a quien Tamayo le dedicó el primero de sus libros.



Todos sabemos que Olivares se suicidó en La Moneda el desdichado 11 de septiembre de 1973.


Liber Tamayo Vera es hijo de Herminio Tamayo, quien fuera diputado por el PS en la provincia de Tarapacá en los años cincuenta-sesenta y de la señora Teresa Vera, una mujer de hondo valor humano. Y ello lo señalo aquí porque la he conocido durante veinte años.


Liber –como casi todos los poetas-es un hombre bastante culto. Muchos temas los abarca con soltura.


Este poeta que nació en San Bernardo en 1951 es autor de dos libros:


Invernadero”, publicado por Ediciones Documentas en 1996 y “El circo en una obscena tarde de primavera”, editado por Ediciones Cortina de Humo en 2007.


La poética de Tamayo recoge la experiencia de su exilio. Vivió en muchos lugares de Europa y allí lo abordó la nostalgia que produjo la diáspora causada por la dictadura. Pero no será solo esa nostalgia de la patria la que cantará en sus versos… La muerte, compañera del exilio, también estará presente, y el amor, el amor pasajero y el amor de largo plazo. Además se hará presente en sus versos el amor erótico, esa materia inseparable del amor original, del amor creador.


Muchos temas abarca la poesía de Liber Tamayo. La mayoría de sus textos son breves y marcan el sello de su quehacer poético.


Leamos algunos poemas de este interesante aeda contemporáneo nuestro.



SEIS


Perdóname Dios


por mis pecados concebidos


Vi a la Santa Virgen


con los pechos descubiertos.



ONCE


Caminar entre tus piernas


es como hacerlo


en una cornisa y caer lentamente al abismo


con alas de temblor.



CATORCE


Canto letanías al viento.


Hay horror en mi cuarto


quince años de temer de


mi propia sombra


y mis heridas.



¿Por qué es tan lento

el tiempo ahora?



¿El sol estará esperando por nosotros?


Los tres breves poemas pertenecen al primer poemario de Liber Tamayo, “Invernadero”, y marcan el sello de plasticidad rítmica que ensalza el erotismo, tema muy presente en la voz de este buen bardo chileno actual.

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