7 sept 2008

Como las mineras extranjeras aumentan sus costos y disminuyen sus utilidades


Julián Alcayaga O.
Economista
http://www.defensadelcobre.cl/


Los economistas Orlando Caputo y Graciela Galarce, después de haber analizado los Estados de Resultados de las mineras extranjeras, nos han informado que entre el 2005 y 2007, los costos de estas mineras han aumentado en 111 %, lo que es casi el doble del aumento de los costos de Codelco en el mismo período. Sin embargo, y antes de entrar al análisis de estas cifras, es necesario señalar que los medios de comunicación han informado profusamente sobre el aumento de costos de Codelco, pero no han dicho una sola palabra sobre el exagerado e injustificado aumento de los costos de las mineras privadas.


¿Puede tener alguna justificación técnica o económica este espectacular aumento de los costos de las mineras extranjeras en 111 % en solo dos años?. Es evidente que nada lo justifica, aunque, hace más de 3 años, cuando el precio del cobre comenzaba a aumentar, nosotros mismos pronosticábamos enormes aumentos en los costos de las mineras privadas, pero no por causas técnicas o económicas, sino por un aumento en las tradicionales prácticas fraudulentas de estas empresas, con el objetivo disminuir las utilidades que generaría el alto precio del cobre, y de esta manera no pagar los impuestos que corresponden en Chile, incluido el royalty 2.


De esas prácticas fraudulentas, queremos destacar en esta oportunidad, solo los precios de transferencia entre empresas relacionadas, tanto en amont como en aval, en decir tanto en lo que compran como en lo que venden en el extranjero, a empresas relacionadas pertenecientes al mismo grupo, que además están domiciliadas en paraísos tributarios como Andorra, Liechtenstein, Islas Bermudas, Bahamas, Islas Vírgenes, etc. Que estas empresas relacionadas estén domiciliadas en paraísos tributarios, es la condición esencial de este esquema de fraude, porque las utilidades que las mineras “chilenas” le traspasan tanto en compras como en ventas a sus congéneres, quedan exentas de impuestos en esos paraísos fiscales, pero eso aumenta los costos o disminuye las utilidades de la minera “chilena”, para así no pagar o pagar un mínimo de impuesto a la renta e impuesto específico a la minería.


A modo de ejemplo. La minera “chilena”, le compra camiones, maquinarias, etc. a una empresa relacionada domiciliada en Liechtenstein o en las Islas Bermudas a precios que pueden ser el doble o más de lo que valen en el mercado internacional, con lo cuál, la minera “chilena” sobrecarga sus costos, para no tener utilidades en Chile, y ese sobreprecio es utilidad “limpia” para las empresas relacionadas, que tampoco pagarán impuesto en el paraíso tributario en que se domicilian. Esta política no es nueva, ha sido utilizada desde hace décadas por las mineras extranjeras, y en general por todas las empresas extranjeras que existen en Chile, y es una práctica habitual de las transnacionales en sus relaciones con el Tercer Mundo, y ello explica entonces, porque existen esos paraísos tributarios, que debieran estar prohibidos por el FMI y el Banco Mundial.


Con el mismo objetivo, las mineras extranjeras así como todas las empresas extranjeras en Chile, gastan centenas de millones de dólares en diversas asesorías técnicas, jurídicas, de mercado, etc., efectuadas por empresas relacionadas con la casa matriz en el extranjero, asesorías que no siempre son necesarias, o que no se comprueba que efectivamente se hayan realizado. El objetivo de estas asesorías es siempre el mismo, aumentar los gastos en Chile y trasladar utilidades al extranjero en forma de asesorías y pago de honorarios diversos que tampoco tributarán en el extranjero.


El otro aspecto fundamental de los precios de transferencia se encuentra en las ventas de cobre y sobretodo de concentrados de cobre a empresas relacionadas. El barco que se lleva el concentrado, la Cia. de Seguro que asegura el transporte, la que realiza la fundición y la refinación, son también empresas relacionadas que en todas esas etapas van cargando valores superiores a los existentes en los mercados internacionales, y todos estos “sobrecostos” disminuyen el valor de los embarques de concentrado y evidentemente las utilidades de la minera “chilena”, que se transforma en utilidad de la empresa relacionada, debidamente domiciliada en un paraíso tributario. En el Comité de Defensa y Recuperación del Cobre tenemos las pruebas de estas prácticas, fraudulentas, pero no podemos hacer nada más, porque según nos contestó el Consejo de Defensa del Estado, ante una denuncia nuestra, solo el S.I.I. tiene facultades para fiscalizar y accionar.


Y a propósito precisamente del S.I.I., estas diferencias de precios entre empresas relacionadas, está sancionado por la ley chilena, y más específicamente por la Ley 19.506 de 1997 que establece que: "Cuando los precios que la agencia o sucursal cobre a su casa matriz, no se ajusten a los valores que por operaciones similares se cobren entre empresas independientes, la Dirección Regional podrá impugnarlos fundadamente, tomando como base de referencia para dichos precios una rentabilidad razonable a las características de la operación, o bien los costos de producción más un margen razonable de utilidad".


Como el concentrado no tiene precio, ya que el se determina a partir del cobre fino contenido en el concentrado, y de ese valor se van descontando los procesos que son necesarios para transformar el concentrado en cobre fino, como la fundición y la refinación, pero además el flete, seguros, precios de participación, comisiones por venta, y otros cargos, el SII, Aduanas, e incluso Cochilco, aducen que los controles no se realizan, porque no cuentan con el personal y los medios técnicos para hacerlo, según lo que declararon los directores nacionales de estos organismos, el año 2003, en la Comisión Especial del Senado sobre tributación minera. La falta de personal y de medios, por cierto, no puede deberse a una casualidad, ni a la falta de preparación o capacidad de las más altas autoridades del Ministerio de Hacienda, que son las dejan que nuestro país pierda miles de millones de dólares, porque faltan 2 o 3 millones para contratar personal calificado...


Estas son entonces las razones “técnicas” que explican por que los “costos” de las mineras extranjeras, han aumentado en forma tan explosiva con el aumento del precio del cobre. Son razones de técnica, pero de fraude a la ley.

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