24 dic 2009

LA DEFENSA DE LA PROPIEDAD PRIVADA EN EL HIPÓCRITA SISTEMA CHILENO


La columna de José G. Martínez Fernández.

Si un particular se toma una casa desocupada, poco problema; pero si un mapuche o un anarquista lo hace, la justicia trabaja con rapidez, pero más rápida es aún la actuación de Carabineros. Todo con la complacencia estatal.

Inmersos estamos en un sistema estatal, judicial y policial hipócrita. Tanto los jueces, como los funcionarios públicos y los Carabineros actúan de diferentes formas en torno al derecho de propiedad privada (bien raíz), tan criticada por el filósofo francés Pierre Joseph Proudhon, considerado el padre del anarquismo.

En Chile se actúa de diversas formas en torno a la ocupación ilegal de una propiedad. Cuando los muchachos okupas –generalmente ácratas- se toman una propiedad, Carabineros va con revólveres y otras armas disuasivas a sacar a los ocupantes ilegales de la misma. Para hacer valer los derechos del dueño de la propiedad golpean a jóvenes que oponen resistencia. A veces van con orden judicial, a veces lo hacen por el sólo hecho que el dueño del bien les informe.

Lo mismo les ocurre a los mapuche. Si ellos se atreven a tomarse una parcela o fundo, Carabineros está disponible para actuar precipitadamente. Aunque hay un enfrentamiento violento de ambas partes, la policía es la que lleva las de ganar: está lo suficientemente pertrechada de “elementos disuasivos” y –al final- cuenta con el apoyo de Fiscalías, Juzgados y el aparato estatal justifica todo ello.

Pero si no es ni ácrata ni mapuche el ocupante ilegal de la propiedad… el dueño de la misma sufre el vía crucis de ir a Carabineros que lo escuchan desanimadamente y le dicen con buenas palabras que vaya a la Fiscalía o a un Juzgado. Se va allá y allá le indican que vaya donde un abogado.

Un abogado cuesta dinero. Mucho. Y mucho también es el tiempo que ha de esperar el afectado para que le restituyan su propiedad.

Hay tribunales que son verdaderas tortugas o pareciera que están de parte del ocupante ilegal y que son –derechamente- corruptos.

Golpes y muerte para los mapuche de ocupaciones ilegales de propiedad; golpes para los anarquistas ocupantes ilegales también…pero, para el resto, trato con mano blanda.

¿Qué justicia es la que impera en Chile? ¿La justicia del ladrón detrás del Juez? ¿Por qué el Estado no hace nada?

Desde Pinochet, el gran usurpador, hasta los gobiernos de la Concertación se ha mantenido igual línea de actuación.

Incluso fue Pinochet quien en 1979 creó la ley de “saneamiento” o “decreto ladrón” que ha permitido que Bienes Nacionales haga las mayores estupideces. Ese Decreto de Pinochet, oh rareza, fue confirmado durante el Gobierno de Frei.

Quizás sean estas políticas extrañas las que hayan aportado un poco al mayor caudal de votos para el candidato alianzista, porque quizás las víctimas de tomas de sus propiedades que estuvieron en juicios por recuperarlas y las que aún lo están, esperan que Piñera cambie esto.

Y puede que la gente esperanzada en ello esté en un error.

Realmente no sé que va a pasar en dicho Gobierno, pero es obvio que si en el mismo no hay un cambio de política en torno a quiénes son ocupantes “respetados” hoy por el lindo aparato estatal, judicial y policial, entonces los esperanzados –una vez más- van a ver que el llamado “caos” –del que acusan sólo a indígenas y a anarquistas- tampoco fue solucionado por el hombre que ha dicho que va a luchar contra la delincuencia.

Y los particulares que se toman una casa u otro bien son también delincuentes, según el sistema político que rige en Chile y el mundo, pues la utopía de Proudhon no se ha cumplido.

Por ello resulta muy peculiar que el Estado chileno llame delincuentes sólo a ácratas y a mapuche.

Los otros ocupantes, los aceptados por la justicia, el Estado y la policía: ¿no lo son?

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