Andacollo: ¿donde están nuestros orígenes?

La columna de Gina Videla

Los orígenes de la Comuna de Andacollo, se remonta antes de la llegada de los españoles, los primeros habitantes según la investigación realizada por la Agrupación cultural Yahuín, apoyada de profesionales del museo Arqueológico de La Serena dan como resultado que la mayoría de los vestigios encontrados pertenecen a la cultura indígena El Molle.

Aunque algunos vestigios que se han encontrado en las inmediaciones de la comuna datan desde la cultura “Huentelauquén”, que es conocida como una de las mas antiguas de la región 8000 Antes de Cristo, cazadores recolectores que esta zona la utilizaban como paso entre la costa y la cordillera en busca de las especies que le brindaban la alimentación principalmente basada en la caza de camélidos y los productos del mar, además de frutos silvestres y semillas.

Unos de los pueblos que habitarían Andacollo en forma sedentaria serían los Molles (300 AC-800 DC).

¿Quienes eran los molles?

Se ubicaban geográficamente desde el río Copiapó hasta el Choapa entre quebradas y valles trasversales, se dedicaban a la agricultura, cultivaban principalmente el maíz, poroto y zapallo, también al pastoreo de camélidos llamas, alpacas y vicuñas, canalizaban el agua, poseían algunos conocimientos metalúrgicos en cobre. Estos indígenas se les conocían por un adorno labial llamado el tembetá, contaban con una gran habilidad en lo que era la elaboración de la cerámica un tanto rustica atribuible principalmente a un legado de la cultura “ánima”, estos indígenas mantenían intercambio con poblaciones del desierto de Atacama y el noroeste argentino.

Vivían por lo general, en aleros, algunos de ellos aún se pueden encontrar en su interior algunos vestigios como el denominado alero de Cachaco, sus sepulturas eran conocidas por un ruedo de piedra que se colocaba en la superficie, en su interior el difunto era introducido en forma híper flectada acompañado de algunos utensilios del quehacer cotidiano.

Entre los cerros que rodean esta comuna se encuentran testimonios silenciosos del pasado ancestral y que dejaron en la piedra tallado su forma de vida y que hoy a través de ellos los hemos podido conocer y acercarnos a su modo de vida tan importante que nos legaran esos primeros habitantes, me refiero al arte rupestre o también conocidos como petroglifos, cercanos a ellos y a ras de suelo las herramientas líticas tan importantes para su subsistencia.

El pasado nos entrega hoy una riqueza arqueológica importante que debemos cuidar, difundirla y preservarla para que las nuevas generaciones conozcan lo que este pueblo ha significado para aquellos primeros habitantes que colonizaron esta zona.