por José Martínez Fernández
Frente al dilema planteado por el problema que he tenido frente a las negligencias e indiferencias de BIENES NACIONALES y otros, he encontrado varios medios de comunicación digitales, impresos, amigos y otros que me han dado su apoyo. Pero, lejos, el de mayor impacto fue el del jueves 16: me entrevistó el Canal de la Universidad Católica.
He mantenido una lucha férrea por lograr obtener justicia frente al “saneamiento” de una casa que recién había comprado, hecho por la Seremía de Bienes Nacionales de Puerto Montt, “saneamiento” que el SEREMI de BIENES NACIONALES ejecutó y que el Conservador Suplente inscribió en el libro de propiedades de esa zona.
El Seremi Claudio Villanueva, dictó decreto por mis dos casas, una de las cuales fue inscrita antes que yo lo advirtiera, pero ante el escándalo que significaron mis reclamos públicos, y ante la llamada de atención a BIENES NACIONALES -por la Comisión Defensora Ciudadana de la Secretaría General de la Presidencia. para que tuvieran más cuidado en hacer las cosas bien- la segunda inscripción no fue realizada.
El anterior abogado que tenía me había señalado que SÍ estaba hecha la inscripción, lo que resultó ser falso. Yo no sé qué intereses movían a este señor.
Definitivamente mi nuevo abogado en Puerto Montt, Mauricio Díaz Bunster, me ha confirmado que las cosas son así. Una casa “saneada” e inscrita. La otra no.
Por este “error” paga el pato el dueño, es decir yo.
El daño es enorme: más que económico y más que la enorme cantidad de tiempo perdida, mi salud se ha visto comprometida: una fuerte depresión me ha afectado, la que –gracias al fuerte apoyo de un médico, a los avances en lograr justicia y al creciente apoyo mediático a esta denuncia- ha disminuido.
Pero el jueves 16 -en el programa JUNTOS del Canal de la Universidad Católica de Chile- el impacto fue mayor. Entre los tres, cinco minutos o más que duró una entrevista pude señalar a las instituciones y personas responsables. Y di las gracias al abogado que atiende mi caso, Mauricio Díaz Bunster. Luis Jara y el abogado del Canal 13 fueron personas muy agradables, al igual que unas damas que me atendieron.
La nota causó tal revuelo que, llegado a la casa, empecé a recibir llamadas: de Coquimbo, de Arica, de Puerto Varas, de Temuco, de Talca y de varias otras ciudades.
Cuando salí a la calle algunos de mis vecinos me preguntaron por ello y más allá otras personas hicieron lo mismo. Allí comprobé que la TV penetra, y que, en mi caso, ante la gravedad de los hechos, me sentí conforme de haber estado allí denunciando el atropello que significó la acción de BIENES NACIONALES.
Varios medios, aparte de los digitales, me han pedido que hable más del caso.
Cuando yo era joven, cuando escribía en LAS ÚLTIMAS NOTICIAS, junto a “monstruos” de la talla de Luis Sánchez Latorre, Hugo Golsakd Blanco y Enrique Melchers (todos PREMIOS NACIONAL DE PERIODISMO) y de Homero Bascuñán (que “rasguñó” el Premio) y cuando el fotógrafo José Muga (también PREMIO NACIONAL) me acompañaba para realizar mis reportajes para VEA, no tenía yo la personalidad de enfrentarme a una cámara de Televisión.
María Teresa Serrano (“La coneja”) me invitó a estar en cámara en TVN por mis libros de poemas y yo, tímido, le dije que no. La periodista mostró, entonces, sólo mis libros.
Siempre le he tenido temor a las cámaras, en especial a las de TV…pero ahora…tocado profundamente por la injusticia acepté la invitación de Canal 13. Tenía que denunciar a BIENES NACIONALES y a otros. LO CONSEGUÍ. El impacto mediático ha sido increíble.
¿Y cómo el Canal de la Universidad Católica de Chile se enteró de mi caso? A través de una breve nota aparecida en el diario LA CUARTA.
Hoy respiro mejor, hoy mi depresión ha bajado.
Yo agradezco profundamente a Canal 13, a su abogado, a Luis Jara, a las personas que de él me invitaron. Yo agradezco al diario LA CUARTA, a EL CIUDADANO, a EL REPUERTERO, a EL NAVEGHABLE, a LA OPINON, a LA ESTRELLA DE ANDACOLLO, a TU REGIÓN, a EL RANCAHUASO, EL AMAULE y otros y agradezco el apoyo de las radioemisoras que le han dado un espacio a este hecho.
Frente al dilema planteado por el problema que he tenido frente a las negligencias e indiferencias de BIENES NACIONALES y otros, he encontrado varios medios de comunicación digitales, impresos, amigos y otros que me han dado su apoyo. Pero, lejos, el de mayor impacto fue el del jueves 16: me entrevistó el Canal de la Universidad Católica.
He mantenido una lucha férrea por lograr obtener justicia frente al “saneamiento” de una casa que recién había comprado, hecho por la Seremía de Bienes Nacionales de Puerto Montt, “saneamiento” que el SEREMI de BIENES NACIONALES ejecutó y que el Conservador Suplente inscribió en el libro de propiedades de esa zona.
El Seremi Claudio Villanueva, dictó decreto por mis dos casas, una de las cuales fue inscrita antes que yo lo advirtiera, pero ante el escándalo que significaron mis reclamos públicos, y ante la llamada de atención a BIENES NACIONALES -por la Comisión Defensora Ciudadana de la Secretaría General de la Presidencia. para que tuvieran más cuidado en hacer las cosas bien- la segunda inscripción no fue realizada.
El anterior abogado que tenía me había señalado que SÍ estaba hecha la inscripción, lo que resultó ser falso. Yo no sé qué intereses movían a este señor.
Definitivamente mi nuevo abogado en Puerto Montt, Mauricio Díaz Bunster, me ha confirmado que las cosas son así. Una casa “saneada” e inscrita. La otra no.
Por este “error” paga el pato el dueño, es decir yo.
El daño es enorme: más que económico y más que la enorme cantidad de tiempo perdida, mi salud se ha visto comprometida: una fuerte depresión me ha afectado, la que –gracias al fuerte apoyo de un médico, a los avances en lograr justicia y al creciente apoyo mediático a esta denuncia- ha disminuido.
Pero el jueves 16 -en el programa JUNTOS del Canal de la Universidad Católica de Chile- el impacto fue mayor. Entre los tres, cinco minutos o más que duró una entrevista pude señalar a las instituciones y personas responsables. Y di las gracias al abogado que atiende mi caso, Mauricio Díaz Bunster. Luis Jara y el abogado del Canal 13 fueron personas muy agradables, al igual que unas damas que me atendieron.
La nota causó tal revuelo que, llegado a la casa, empecé a recibir llamadas: de Coquimbo, de Arica, de Puerto Varas, de Temuco, de Talca y de varias otras ciudades.
Cuando salí a la calle algunos de mis vecinos me preguntaron por ello y más allá otras personas hicieron lo mismo. Allí comprobé que la TV penetra, y que, en mi caso, ante la gravedad de los hechos, me sentí conforme de haber estado allí denunciando el atropello que significó la acción de BIENES NACIONALES.
Varios medios, aparte de los digitales, me han pedido que hable más del caso.
Cuando yo era joven, cuando escribía en LAS ÚLTIMAS NOTICIAS, junto a “monstruos” de la talla de Luis Sánchez Latorre, Hugo Golsakd Blanco y Enrique Melchers (todos PREMIOS NACIONAL DE PERIODISMO) y de Homero Bascuñán (que “rasguñó” el Premio) y cuando el fotógrafo José Muga (también PREMIO NACIONAL) me acompañaba para realizar mis reportajes para VEA, no tenía yo la personalidad de enfrentarme a una cámara de Televisión.
María Teresa Serrano (“La coneja”) me invitó a estar en cámara en TVN por mis libros de poemas y yo, tímido, le dije que no. La periodista mostró, entonces, sólo mis libros.
Siempre le he tenido temor a las cámaras, en especial a las de TV…pero ahora…tocado profundamente por la injusticia acepté la invitación de Canal 13. Tenía que denunciar a BIENES NACIONALES y a otros. LO CONSEGUÍ. El impacto mediático ha sido increíble.
¿Y cómo el Canal de la Universidad Católica de Chile se enteró de mi caso? A través de una breve nota aparecida en el diario LA CUARTA.
Hoy respiro mejor, hoy mi depresión ha bajado.
Yo agradezco profundamente a Canal 13, a su abogado, a Luis Jara, a las personas que de él me invitaron. Yo agradezco al diario LA CUARTA, a EL CIUDADANO, a EL REPUERTERO, a EL NAVEGHABLE, a LA OPINON, a LA ESTRELLA DE ANDACOLLO, a TU REGIÓN, a EL RANCAHUASO, EL AMAULE y otros y agradezco el apoyo de las radioemisoras que le han dado un espacio a este hecho.
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