por José G. Martínez Fernández.
Doña Chabelita Primera, reina de Inglaterra, tuvo un corsario, al que, por hábito local, le llamaban marino, explorador...pero menos corsario.
Ese corsario era muy querido por la Reina porque solía él llevarles embarcaciones con grandes riquezas. Se llamaba Francis Drake.
Vivió, según dicen, entre 1540 y 1596.
El tal Drake robó en Panamá, en Colombia, en Chile y en todos los países del llamado Nuevo Mundo, con el Beneplácito de la Reina Depredadora.
De muchas partes apareció oro, plata y otras maravillas que halagaban los ojos de la Reina y a su Estado. Y ello le daba más status al corsario ante esa Monarquía.
Pero la guinda de la torta iba a ocurrir cuando Drake pasó arrasando el Perú, el país más rico de América Latina en minerales preciosos.
Fue en la nación del incario donde don Francis Drake -desenvainando espada junto a su tropa de lujoriosos bandidos- llenó de oro un velero. Oro que entonces el Reino Unido usó de base para su expansión económica.
El historiador peruano Gustavo Pons Muzzo en su libro HISTORIA DE LA CULTURA PERUANA, página 109, señala lo siguiente: "El economista inglés Jhon Maynard Keynes sostiene una teoría sumamente interesante, según la cual, el Perú aportó el oro para la creación del Imperio Británico. Según Keynes el botín llevado a Inglaterra por el pirata Drake en el velero "Golden Hind", que constituye el atraco más famoso de la historia, debe ser considerado según él, como el origen de las inversiones extranjeras de Inglaterra. La reina Isabel pagó con ello el total de su deuda externa, y una buena cantidad perteneciente al saldo..."
Así de GRANDE FUE EL ROBO. El oro del Perú alimentó a toda una enorme isla necesitada del mismo y obtenido "a la mala" por ellos.
Lo dice un economista inglés. No lo dice Pons Muzzo ni lo digo yo. Lo dice el célebre Jhon M. Keynes. Y la gran delincuente no fue otra que su propia nación.
Ese es el robo mayor de la historia de la humanidad. Un robo que algunos conservadores, defensores a ultranza de una historia indigna, tratan de ocultar.
Si sumamos a ese GRAN ROBO los otros que sufrió Perú a costa de los españoles, y de otros bandidos llamados burdamente marinos o exploradores, sumaremos que la nación que produjo la cultura mayor antes de la llegada de Colón a América (la Inca) y que había tenido miles y cientos de años antes culturas impresionantes como la Mochica, la Tiahuanaco, la Proto-Chimú, la Proto-Nazca y la Chavín, ésta última la más importante antes de aparición de la cultura Inca...ha perdido bienes tan grandes que resultan IMPRESIONANTES.
Los bandidos, protegidos por los Reyes de Europa, ya lo sabemos -para llevarse el oro- debieron asesinar a gran parte del pueblo quechua y de los otros poblados que pernoctaban en estas tierras de al otro lado de las tierras de los invasores; al igual como les pasó a los otros pueblos de la América India, la nuestra, esquilmada por los azotes de ingleses, españoles, holandeses y otros.
Doña Chabelita Primera, reina de Inglaterra, tuvo un corsario, al que, por hábito local, le llamaban marino, explorador...pero menos corsario.
Ese corsario era muy querido por la Reina porque solía él llevarles embarcaciones con grandes riquezas. Se llamaba Francis Drake.
Vivió, según dicen, entre 1540 y 1596.
El tal Drake robó en Panamá, en Colombia, en Chile y en todos los países del llamado Nuevo Mundo, con el Beneplácito de la Reina Depredadora.
De muchas partes apareció oro, plata y otras maravillas que halagaban los ojos de la Reina y a su Estado. Y ello le daba más status al corsario ante esa Monarquía.
Pero la guinda de la torta iba a ocurrir cuando Drake pasó arrasando el Perú, el país más rico de América Latina en minerales preciosos.
Fue en la nación del incario donde don Francis Drake -desenvainando espada junto a su tropa de lujoriosos bandidos- llenó de oro un velero. Oro que entonces el Reino Unido usó de base para su expansión económica.
El historiador peruano Gustavo Pons Muzzo en su libro HISTORIA DE LA CULTURA PERUANA, página 109, señala lo siguiente: "El economista inglés Jhon Maynard Keynes sostiene una teoría sumamente interesante, según la cual, el Perú aportó el oro para la creación del Imperio Británico. Según Keynes el botín llevado a Inglaterra por el pirata Drake en el velero "Golden Hind", que constituye el atraco más famoso de la historia, debe ser considerado según él, como el origen de las inversiones extranjeras de Inglaterra. La reina Isabel pagó con ello el total de su deuda externa, y una buena cantidad perteneciente al saldo..."
Así de GRANDE FUE EL ROBO. El oro del Perú alimentó a toda una enorme isla necesitada del mismo y obtenido "a la mala" por ellos.
Lo dice un economista inglés. No lo dice Pons Muzzo ni lo digo yo. Lo dice el célebre Jhon M. Keynes. Y la gran delincuente no fue otra que su propia nación.
Ese es el robo mayor de la historia de la humanidad. Un robo que algunos conservadores, defensores a ultranza de una historia indigna, tratan de ocultar.
Si sumamos a ese GRAN ROBO los otros que sufrió Perú a costa de los españoles, y de otros bandidos llamados burdamente marinos o exploradores, sumaremos que la nación que produjo la cultura mayor antes de la llegada de Colón a América (la Inca) y que había tenido miles y cientos de años antes culturas impresionantes como la Mochica, la Tiahuanaco, la Proto-Chimú, la Proto-Nazca y la Chavín, ésta última la más importante antes de aparición de la cultura Inca...ha perdido bienes tan grandes que resultan IMPRESIONANTES.
Los bandidos, protegidos por los Reyes de Europa, ya lo sabemos -para llevarse el oro- debieron asesinar a gran parte del pueblo quechua y de los otros poblados que pernoctaban en estas tierras de al otro lado de las tierras de los invasores; al igual como les pasó a los otros pueblos de la América India, la nuestra, esquilmada por los azotes de ingleses, españoles, holandeses y otros.
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