por José Martínez Fernández.
El canibalismo pasó hace rato. El deseo de odiar con fuerza, también. Lo mejor, en este “conflicto mediático” entre Chile y Perú, es obviar a los patriotas exacerbados de ambos países.
Es ridículo es el ex Comandante en Jefe del Ejército peruano al hablar de posibilidad de guerra con Chile. Igual de ridículo que Francisco Vidal que, en Puerto Montt, sacó su mejor sonrisa para fijarse en la potencia de nuestros aviones: “Nos dan seguridad como nación en la defensa de nuestro territorio”, dijo.
En este circo hay de todo y “viejos enemigos” se juntan. Ahora en Chile Vidal se toma de las manos con Moreira y seguramente este último piensa: “Fíjate, tus manos calentitas, igual como las que tenía mi general Pinochet”.
Desde la Concertación hasta la Derecha Liberal y la Derecha fascista han unido “sus fuerzas” en defensa de la soberanía chilena. Es vergonzoso el espectáculo. Ya hablan, insinúan la guerra…
¿A quiénes les interesa la guerra? ¿A Perú, a Chile? Los hombres buenos, la mayoría de los ciudadanos de ambas naciones, son humanos y hermanos. Nacimos juntos a la vida republicana de los brazos de O’Higgins, San Martín y Bolívar.
No podemos desatar una ola mediática de odio basada en una demanda ante La Haya por parte de Perú. Hay varias instancias para arreglar el problema sin necesidad de pronunciar la palabra guerra como lo hacen los destemplados nacionalistas peruanos y los destemplados nacionalistas chilenos.
Los chauvinistas siempre han corrido por cuenta propia, por odios íntimos. Si quieren ir a la guerra ellos, hágamosle un circo alrededor de la Línea de la Concordia. ¡Que vayan allá y allá peleen ellos solos!
Y ojalá que no se maten para que piensen alguna vez que hoy –pleno siglo veintiuno - los pueblos deben estar más unidos que nunca y más aún los latinoamericanos, mas todavía cuando Inglaterra ha puesto sus ojos en la Antártica Chilena…¿O se olvidaron que los ingleses nos quieren quitar –AHORA- enorme cantidad de territorio y no a través de recurrir a La Haya?
¿De qué manera quiere, entonces, obtener esas tierras Inglaterra?
Dejemos el diferendo a La Haya. Que se haga la paz en los corazones de los hombres que en Chile y en Perú (absoluta mayoría) quieren vivir tranquilos.
No olvidemos que la mayoría de los políticos viven del “nacionalismo exacerbado” para conseguir votos irracionales. No olvidemos a ese estúpido general peruano que amenazó con guerra a nuestro país, ni la respuesta inaudita de Francisco Vidal, menos aún olvidando que ese señor procede de la Escuela Militar y fue discípulo predilecto de don Onofre cuando militaba en el Partido Nacional.
El sueño bolivariano de una patria común latinoamericana debe, en esta hora, estar presente.
Por favor: hay millones de jóvenes y niños en nuestros países. ¿Por qué tenemos que enseñarles un camino de odio? ¿Por qué hacernos eco de los medios de comunicación que escupen veneno?
El dolor vivido por chilenos y peruanos a causa de dictaduras no puede ser “tapado” por la demanda ante La Haya. Mucha sangre chilena y peruana se derramó ya bajo las tiranías en ambas naciones.
Por favor: No hagamos crecer más el fuego.
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